
Resulta recomendable etiquetar cada llave de paso con su función. Un ejemplo de etiquetado sería: "Llave agua fría del baño", de esta manera y en caso de necesidad cualquier otra persona de la casa podrá identificarla de una manera rápida y sencilla.
Si la llave de paso que vamos a etiquetar controla el paso de agua a la presión de la red general, es conveniente anotar el número de vueltas hay que dar a la llave para cerrarla, de esta forma podremos dar el mismo número de vueltas al abrirla. La razón es que las llaves de paso se suelen utilizar para reducir un poco el caudal de agua en zonas donde la presión de la red general es elevada; si este es el caso y abrimos demasiado la llave de paso, una presión elevada del agua podría causar nuevas averías al golpear con fuerza en las tuberías.
Resulta conveniente también conocer la vieja regla de oro que todo fontanero experto sigue, y es el hecho de no creer que una llave de paso funciona hasta haberla probado uno mismo. Es posible que una llave de paso no funcione y que haya que parar la fuga acudiendo a otra llave de paso situada en otro punto de la cañería.
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